1. Por su propia autonomía.

El campamento de verano significa irse sin papá y mamá: tu hijo/a se une a un grupo de su misma edad acompañados de sus líderes, encargados de su seguridad y bienestar. Le explican a tu hijo/a las reglas de funcionamiento del campamento de verano, pero también quieren animarle a ser cada vez más independiente: levantarse a tiempo, prestar atención a su higiene personal, desayunar bien, vestirse adecuadamente para las actividades del día, etc. Hay tantas oportunidades para que lo hagan ellos mismos, ¡pero al mismo tiempo que sus amigos!!

2. Aprender a ser flexible y adaptarse a un nuevo entorno.

Ir a un campamento de verano significa, claro está, salir de su capullo, su zona de confort y sus costumbres. Aunque resulta desconcertante al principio para algunos, ir a un campamento de verano finalmente les permite a tus hijos/as aprender a ser más flexibles, por ejemplo:

  • para adaptarse a nuevas reglas de convivencia,
  • acatar horarios distintos a los que están acostumbrados,
  • habituarse a nuevos platos,

y sobre todo para integrarse en un grupo de jóvenes, donde todos deben comportarse pensando en el resto del grupo: ¡no es posible desayunar cuando te plazca mientras el resto ya ha empezado la actividad de la mañana! ?

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3. Profundizar y satisfacer tus pasiones de tus hijos.

Aunque los campamentos de tu infancia podrían haber sido bastante generalistas, los campamentos de ahora suelen ser estancias temáticas. Hay de todo tipo:

  • Cursos de formación y campamentos deportivos, para practicar deportes acuáticos, mejorar tu saque de tenis, jugar al fútbol o incluso pulir tus habilidades en el gimnasio.
  • Estancias en el extranjero o campamentos de idiomas, para aprender un nuevo idioma y conocer otra cultura.
  • Campamentos artísticos, para tocar música, actuar en teatro o pintar.
  • Campamentos científicos, para los fanáticos de la ciencia y la tecnología.

Para los primeros campamentos de verano de tu hijo/a, ayúdale a escoger bien. A medida que crezca, es preferible que él/ella decida el tema de su campamento de verano, su estadía lingüística o su campamento deportivo: permitirle escoger es respetar sus preferencias e intereses y darle autonomía.

4. Aprender a evolucionar con otros adultos referentes, fuera del colegio y de la familia.

Los líderes de los campamentos de verano suelen ser jóvenes adultos, que a veces también iban al campamento de verano cuando eran pequeños. Están preparados para supervisar campamentos de verano. Su misión es ofrecer a tu hijo o hija un entorno educativo que sea al mismo tiempo seguro, amable y divertido.

El instructor del campamento vigila y anima las vacaciones de tus hijos/as. Su relación con tu hijo o hija es menos autoritaria que la que pueden tener en el colegio, por ejemplo. Así, se convierte en un nuevo referente adulto, con el que pueden compartir sus alegrías, sus penas, sus preocupaciones si hace falta. El líder del campamento está pendiente del bienestar de los campistas y no tiene problema en iniciar un diálogo. También te comunicará si hace falta cualquier problema que tu hijo o hija pueda tener durante el campamento de verano.

5. ¡Para pasarlo bien y relajarse!

¡Vamos a pasarlo genial y a relajarnos! Hacemos nuevos amigos, los monitores organizan grandes veladas, noches temáticas, juegos divertidos, jugamos partidos, torneos, ¡organizamos los Juegos Olímpicos en el campamento de verano! Compartimos muchos momentos intensos y solo hay una cosa en la que pensamos: ¡volver el próximo verano!
Entonces, ¿unas vacaciones... también para vosotros, los papás? (¡Esta es la sexta buena razón! :-) Tu hijo/a se alejará por unas semanas pero volverá cargado/a de muchas experiencias y mucha energía para compartir contigo. Se ha enriquecido como persona, ha vivido cosas por su cuenta, ha crecido y ha hecho muchos nuevos amigos.

¡Así que da el paso hoy y encuentra los próximos campamentos de verano para tu hijo/a con Nacel España!

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